A la entrada del pueblo se observa uno de los templos de mayor tradición andina, la capilla de la Virgen de Coromoto, construida por Juan Félix Sánchez en piedra. El estilo colonial predomina en las casas y casonas. Las torres de la iglesia y los antiquísimos molinos de trigo son testigos mudos de un tiempo pasado, que a veces parece haberse detenido en este lugar.
Cuenta con sembradíos de hortalizas, trigales e imponentes frailejones, que guardan el secreto de la grandiosidad de este pueblo merideño.
Uma boa Páscoa, um abraço.
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